Otro año más salimos al campo a nuestros lugares de trabajo a comprobar si ha comenzado el maravilloso y espectacular fenómeno de las migraciones de las aves. El centro peninsular es un punto obligado de paso de millones de individuos de diversas especies de aves viajeras que en una de sus rutas migratorias se repite año tras año.
En esta época se da el pistoletazo de salida para lo que llamamos migración postnupcial de una cantidad muy diversa de especies de aves; este viaje va de Norte a Sur. En África pasarán unos meses buscando el alimento que no pueden encontrar en invierno en Europa y lo intentarán los adultos y la descendencia que haya sobrevivido después de salir del nido y ya les estamos esperando para que la temporada que viene sigan reproduciéndose en nuestras tierras y podamos seguir disfrutándolos.
El pasado 13 de agosto colocábamos rayando las primeras luces del día las cuatro redes que llevamos colocando un buen numero de años y en la misma disposición; no se percibía movimiento de aves y parecía tranquilo; las especies migradoras empiezan a moverse por estos lares y fuimos capaces de anillar 4 especies en bajo número y solo una de ellas (Phylloscopus trochilus) es una especie típica del paso otoñal. Por tanto predominaron las capturas de ejemplares de la zona y veremos a partir de ahora la evolución.
Estos fueron los resultados de la jornada:
Ser ser 4
Syl can 5
Gar gla 2
Fri coe 30 + 1 C
Emb cir 17 + 1 C
Phy bon 7
Phy tro 7
Tur vis 4
Car can 5
Cya cae 16 + 3 C
Par maj 4 + 1 C
Syl hor 1
Tur mer 1
Eri rub 1
Fueron 14 especies diferentes, los controles de páridos correspondieron a juveniles anillados en las cajas-nido que tenemos en la zona.
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