martes, 26 de enero de 2016

"pegatinas antichoque" en pistas de padel

El pasado domingo por la mañana nos pusimos manos a la obra y con el permiso del Ayto. de Brihuega estuvimos señalizando las pistas de padel con pegatinas antichoque para evitar las colisiones de las aves contra los cristales de estas instalaciones. Con una escalera y un trapo para limpiar la superficie donde se colocaban las siluetas; una por una se colocaron hasta completar y señalizar todos los cristales.
Este tipo de instalaciones son trampas mortales para muchas aves que mueren todos los años por colisión y este tipo de actuaciones que nosotros hemos llevado a cabo deberían ser de cumplida obligación a la hora de instalarlas; es un pequeño detalle que puede salvar muchas aves.


domingo, 17 de enero de 2016

Por fin llegó el invierno!

El domingo 17 de enero, día de San Antón, patrón de los animales, realizamos nuestra tercera jornada de anillamiento de esta temporada dirigida al estudio de la población de aves invernantes en la comarca de Brihuega.

macho de curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), especie residente

Hasta ahora, las temperaturas se habían mantenido muy templadas durante este tardío invierno, pero parece que ahora sí ha llegado el frío… De camino a la zona de trabajo el mercurio llegó a bajar hasta los -8ºC… que pereza salir del coche!!! Menos mal que el entusiasmo vence a la pereza, así que bien pertrechados de abrigos, bufandas, guantes, orejeras, gorros, etc. nos disponemos a montar las redes en la zona de estudio. Con los primeros rayos de sol y con la ayuda de un buen café caliente conseguimos entrar en calor, al menos un rato… Con el paso de las horas y la subida del sol quedó una mañana bastante agradable y sin apenas aire.

los páridos, al igual que otras familias de aves, suelen formar bandos mixtos para alimentarse durante el invierno; aquí un herrerillo común (Cyanistes caeruleus)

En cuanto a las aves anilladas, predominio de verderones, de todas las edades, sexos, tamaños y colores, lo que nos permitió comprobar una vez más la gran variabilidad interindividual que posee esta especie… Algún párido, pinzón y un par de currucas cabecinegras pusieron el toque de diversidad. Un número de capturas aceptable que nos mantuvo ocupados durante toda la mañana y que en comparación con las jornadas anteriores muestra una mayor querencia de las aves por la zona, donde instalamos un comedero, tanto para favorecer el paso del invierno a nuestras amigas aladas como para facilitar su captura y consecuente estudio.

las pipas de girasol son un alimento muy calórico, idóneo para utilizar en comederos para aves, facilitando así alimento en épocas de más escasez como el invierno
verderón común (Chloris chloris); ¿os animáis a sexarlo?, es fácil...

La jornada terminó con la satisfacción de haber pasado una buena mañana y comprobar que parece haber más movimiento de aves por la zona… A ver que deparan las próximas jornadas, seguiremos informando…

Resumen de la jornada:
  • Fri coe 1
  • Chl chl 18 + 3C
  • Syl mel 1 + 1C
  • Par maj 2
  • Cya cae 1

viernes, 15 de enero de 2016

Taller de construcción de cajas nido

El próximo sábado 23 realizaremos un taller de construcción de cajas nido, junto a los compañeros de WWF Guadalajara. Animaos a participar!!! os esperamos!!!


miércoles, 13 de enero de 2016

Crónica viaje a Santoña

El pasado puente de diciembre, el Grupo de Anillamiento Aegithalos organizó un viaje ornitológico a las Marismas de Santoña y otras zonas cántabras aledañas.
El viaje en general se caracterizó por unas temperaturas anormalmente altas y por un continuo régimen de vientos del sur, lo que unido al cálido otoño que se está produciendo y la escasez de temporales y períodos fríos, implicó una escasez de especies más raras y norteñas en la zona, las cuales nos suscitaban el mayor interés de observación. Aún así, el viaje nos deparó numerosos momentos y avistamientos a destacar.

Sábado 5 de diciembre:
Esta jornada la dedicamos a recorrer los puntos de observación más representativos para las fechas dentro de las Marismas de Santoña.
Comenzamos nuestro recorrido frente al albergue, donde estuvimos alojados, en un espigón frente a las Marismas de La Lastra y el Canal de Boo (1), sobre el cual divisamos especies interesantes como martín pescador (Alcedo atthis), garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egretta garzetta), zarapito real (Numenius arquata), zarapito trinador (Numenius phaeopus), archibebe común (Tringa totanus) y sobre todo, llamó la atención la cercana presencia de varios ejemplares de gavión atlántico (Larus marinus).

Ejemplares de gavión atlántico (Larus marinus), se dejaron ve a corta distancia.

Posteriormente, en Bengoa y Canal de Boo (2), pudimos observar gran cantidad de anátidas, en especial el ánade rabudo (Anas acuta), así como las primeras espátulas (Platalea leucorodia), garceta grande (Egretta alba) y otras especies de limícolas, como agachadiza común (Gallinago gallinago), archibebe claro (Tringa nebularia). Además, pudimos ver rapaces como el aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus). No debe desmerecer la presencia en esta zona de otras pequeñas aves, como reyezuelo sencillo (Regulus regulus), cistícola buitrón (Cisticola juncidis) o curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).
Además, nos pudimos acercar al puerto de Santoña (3) para ver otras aves de interés, como el colimbo grande (Gavia immer), de los pocos invernantes específicos presentes, aunque es cierto que a gran distancia, además de zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), o barnacla carinegra (Branta bernicla), esta última con un pequeño grupo de ejemplares. A esto añadir la proximidad de ejemplares de cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), claramente diferenciables de los más abundantes cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo).

Ejemplares de zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), muy abundantes por todas las áreas portuarias de Santoña.

Ya en jornada de tarde, pudimos aproximarnos al Convento de Montehano y observar todo el Canal de Hano (4) desde sus característicos espigones. No hubo mucha suerte para lo que suele ofrecer este lugar, salvo varias especies de limícolas, como andarríos chico (Actitis hypoleucos) o archibebe claro (Tringa nebularia). Se pudieron observar a mayor distancia bandos numerosos de ánade silbón (Anas penelope) y barnacla carinegra (Branta bernicla), alguna espátula (Platalea leucorodia) en vuelo y lavandera cascadeña (Motacilla cinerea). También durante unos segundos observamos los lances de pesca de dos charranes patinegros (Sterna sandvicensis), lanzándose contra el agua y con acrobacias en vuelo. Antes de abandonar esta zona, nos aproximamos a la cantera frente al convento para buscar al treparriscos, pero no hubo suerte, salvo el avistamiento de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).
Después nos fuimos al Escalante (5), primero a su cantera y después a su pólder. En la primera observamos avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) y frente al mismo, en las marismas y pastizales, se divisaron espátulas (Platalea leucorodia) y cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), entre otras limícolas y anátidas. Metros más allá, junto al Pólder de Escalante, pudimos observar halcón peregrino (Falco peregrinus) y multitud de ánades silbones (Anas penelope), pero se nos resistieron ánsares y treparriscos.
Ya para cerrar la jornada y ver atardecer, nos desplazamos a Cicero-Sollagua (6) para divisar la amplia marisma con la bajamar, siendo aquí protagonistas las limícolas, como ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), chorlito gris (Pluvialis squatarola), chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), correlimos común (Calidris alpina), zarapito real (Numenius arquata), zarapito trinador (Numenius phaeopus), así como gran cantidad de ánade silbón (Anas penelope) y ánade azulón (Anas platyrhynchos). Aquí leímos varios ejemplares de zarapito real marcados con anillas de colores.

Domingo 6 de diciembre:
Este día, recorrimos diversas zonas de rías, cabos, estuarios y lagunas más interesantes de la Costa Oriental Cántabra y Bahía de Santander. 
Comenzamos el día aún en las proximidades de Santoña, visitando las Charcas del Sorbal (7), en las que sorprende la proximidad con la que se dejan observar las aves, en especial las anátidas presentes: ánade friso (Anas strepera), ánade azulón (Anas platyrhynchos), porrón europeo (Aythia ferina), porrón moñudo (Aythia fuligula), cuchara común (Anas clypeata), así como aves acuáticas como zampullín común (Tachybaptus ruficollis), gallineta común (Gallinula chloropus), focha común (Fulica atra), rascón europeo (Rallus aquaticus) o pequeñas aves como cettia ruiseñor (Cettia cetti), curruca capirotada (Sylvia atricapilla) y acentor común (Prunella modularis). No faltaron en esta zona los elegates cisnes vulgares (Cygnus olor).
Después cambiamos el “chip” y nos fuimos a la costa, para visitar el Cabo de Ajo (8), cuyas interesantes especies que suele albergar no creímos poder encontrar y así fue, salvo los omnipresentes colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros) y bisbitas pratenses (Anthus pratensis), poco más se pudo ver. Lo mismo ocurrió con las aves marinas, exceptuando algún lejano alcatraz atlántico (Morus bassanus), gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y gaviotas sombrías (Larus fuscus). Lo que no pensábamos encontrarnos fue un mar bastante embravecido, con olas de de 4-5m de altura, que golpeaban con fuerza y activaban los “bufones” o “sifones”, que expulsaban agua en la proximidad del acantilado, con su peculiar y potente sonido.

El Cabo de Ajo, que sirve como atalaya para la observación de aves marinas, no nos deparó gran variedad ornitológica, pero sí un bonito espectáculo con el mar “picado”.

Las grandes olas de de 4-5m de altura, golpeaban con fuerza y activaban los “bufones” o “sifones”, que expulsaban agua en la proximidad del acantilado.

Seguidamente nos dirigimos a las praderas y campas próximas a la Playa de Langre (9), observando bandos de estorninos negros (Sturnus unicolor) y algunos de ellos estorninos pintos (Sturnus vulgaris), garzas reales (Ardea cinerea) y milanos reales (Milvus milvus). Nos acercamos a esta bella playa a observar la furia del mar y la bruma al romper las olas en la playa casi inexistente.
Nuestra próxima parada era en la punta del rostro de Pedreña (10) y sus alrededores, donde apenas encontramos excesiva actividad excepto presencia de zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) y martín pescador (Alcedo atthis). Cerca del paseo de Pedreña, encontramos un nutrido grupo de limícolas haciendo múltiples zigzagueos en vuelo sobre el agua y posteriormente descansando en una superficie rocosa, compuesto por vuelvepiedras común (Arenaria interpres), correlimos común (Calidris alpina) y correlimos tridáctilo (Calidris alba).

Descansando en una superficie rocosa, vuelvepiedras común (Arenaria interpres), a la izquierda y correlimos común (Calidris alpina), a la derecha.

Ya por la tarde nos acercamos a El Astillero (11), tanto a las Marismas Blancas, como a las Marismas Negras. No pudimos dar con el porrón osculado, que suele frecuentar las primeras, pero las aves presentes eran variadas, con buenos avistamientos de cisne vulgar (Cygnus olor), porrón europeo (Aythya ferina) y aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus). Además, pudimos acercarnos a la aledaña Ría de Boo, donde se observó charrán patinegro (Sterna sandvicensis), garza real (Ardea cinerea), zarapito real (Numenius arquata), andarríos chico (Actitis hypoleucos), además de algún gavión atlántico (Larus marinus). Una vez en las marismas negras, pudimos deleitarnos con las ajetreadas agujas colinegras (Limosa limosa), ánades rabudos (Anas acuta) y archibebes claros (Tringa nebularia).
Ya al final de la tarde, nos desplazamos al Pozón de la Dolores (12), donde nada más llegar pudimos observar decenas de ánsares comunes (Anser anser), entre los cuales no pudimos diferenciar ningún otro pariente de estos, presente en ocasiones. Nuestro objetivo era acercarnos a la bonita y encajada laguna y buscar el avetoro, pero la propiedad privada, presencia de perros vigilantes y su dificultad de acceso, impidió lograr nuestra meta.
Ya con el día tocando a su fin, aún tuvimos tiempo de acercarnos a las santanderinas Marismas de Alday (13), en las cuales, al llegar, observamos un grupo de avefrías europeas (Vanellus vanellus), que se ocultó rápidamente tras una linde de arbustos. Aquí pudimos ver varias anátidas a corta distancia, como el cuchara común (Anas clypeata) y ya sin mucha luz, pudimos ver un aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), volando junto a un busardo ratonero (Buteo buteo), que se posó en un poste y al cual pudimos analizar su extraño patrón de colorido del plumaje, anormalmente claro y con manchas marrones de peculiar distribución.

Lunes 7 de diciembre:
Nos propusimos este día ampliar el espectro y tipología de aves observables y emprendimos rumbo hacia el centro-occidente cántabro, para acudir primeramente al Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón (21), cerca de Cabezón de la Sal y Comillas, peculiar formación boscosa de 2,5 ha. y 848 pies de Secuoya Roja o de California (Sequoia sempervirens), plantada en la década de los 40, con fines experimentales. Aquí nuestro objetivo fue el picamaderos negro, pero nos tuvimos que conformar con pito real (Picus viridis), pico picapinos (Dendrocopos major), lúgano (Carduelis spinus), carbonero garrapinos (Parus atter) y herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus), especies típicas de bosques de coníferas éstas últimas.

El llamativo lugar del Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón, con ejemplares de gran altura y porte, paraíso de las aves forestales

Luego emprendimos marcha hacia el cercano Parque Natural del Saja-Besaya, más concretamente al Robledal-Hayedo de Ucieda o monte del mismo nombre (22). Aquí iniciamos la ruta del “Haya Corva”, de 13 km de longitud, impresionantes y densos bosques con amplias vistas de los Picos de Europa Orientales. Se alternaban zonas mixtas de robles y hayas con masas monoespecíficas de ambas, en las que los acebos y otros ejemplares arbóreos de gran porte llamaban la atención, unido al todavía llamativo color otoñal en muchas áreas.
Nuestro objetivo era el de observar aves forestales, con especial atención al picamaderos negro y al pico mediano, observados con cierta frecuencia en la zona. Finalmente se resistieron a aparecer, pero algunos bandos mixtos esporádicos nos depararon observaciones de especies como carbonero palustre (Poecile palustris) o camachuelo común (Phyrrula phyrrula), acompañados por otros páridos, trepador azul (Sitta europaea) o agateador común (Certhia brachydactyla). También pudieron se pudieron observar rapaces como buitre leonado (Gyps fulvus) o águila real (Aquila chrysaetos).

Aspecto de las extensas masas mixtas de roble y haya con su espectacular colorido.

Como aún nos quedaba jornada, decidimos acercarnos a la Ría de la Rabia (23) y a la Playa de Oyambre (24), dentro del Parque Natural del mismo nombre. Pocas observaciones en la zona de la ría, exceptuando andarríos chico (Actitis hypoleucos), zarapito real (Numenius arquata), archibebe claro (Tringa nebularia) y bandos de garcilla bueyera  (Bubulcus ibis), desplazándose estas últimas a un dormidero en el cercano campo de golf. 
Además, desde la Playa de Oyambre, aparte de las tarabillas europeas (Saxicola rubicola) cerca de las dunas, pudimos observar un bando de anátidas en el mar, las cuales no logramos determinar por factores de visibilidad, lejanía a la costa y estado de la mar.

Martes 8 de diciembre:
Nuestro último día de puente, decidimos aprovechar la mañana y el cambio de tiempo que se preveía al final de la misma, por nuevas zonas de las Marismas de Santoña, en la que el ambiente más fresco y algo de lluvia, romperían la monotonía de días anteriores.
Saliendo del albergue, pudimos observar el imponente vuelo de cuatro cisnes vulgares (Cygnus olor). Comenzamos en el cercano Observatorio de La Arenilla (31), en el que a pesar de no poder entrar, pudimos observar plácidamente varias especies de limícolas, zarapito real (Numenius arquata), archibebe claro (Tringa nebularia), chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), o vuelvepiedras común (Arenaria interpres). Además, se dejaron ver garcetas comunes (Egretta garzetta), garzas reales (Ardea cinerea) y lo mejor de todo, un halcón peregrino (Falco peregrinus), en una torreta eléctrica, donde estaba plácidamente cuidando su plumaje y dormitando.

Amanecer en las templadas mañanas junto al albergue donde nos alojamos.

Posteriormente, acudimos a Gandarias y la Marisma de La Saca (32), donde se observaron dos ejemplares de morito común (Plegadis falcinellus), moviéndose por distintos puntos de la zona, así como los raros zampullines cuellirrojos (Podiceps auritus), al menos dos ejemplares, distinguibles por el mayor contraste entre tonos claros y oscuros de cabeza y cuello, respecto a su pariente cercano, el también presente zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), mucho más “sucio”. También observamos alguna espátula común (Platalea leucorodia), andarríos chico (Actitis hypoleucos), ánade silbón (Anas penelope), cerceta común (Anas crecca) y cigüeña blanca (Ciconia ciconia).
La lluvia hizo amago aquí de estropear la mañana, pero fue efímero, ya que pudimos proseguir nuestro itinerario hasta el Puerto de Colindres (33), donde se pudo observar desde muy cerca un colimbo grande (Gavia immer), al que luego se unió otro ejemplar. Además, en el fango junto a Treto, merodeaba un gran bando de agujas colinegras (Limosa limosa), con su búsqueda de alimento en modo “máquina de coser”, una de ellas marcada con anilla de color. Más alejada de éstas, se observó a distancia un ejemplar de águila pescadora (Pandion haliaetus), que posteriormente fue volando más cerca de nuestra posición. También a lo lejos se observaban bandos numerosos de ánade silbón (Anas penelope).
Después nos desplazamos a las bellas zonas de la Playa del Regatón (34), junto al Puntal de Laredo, donde aparte de las espléndidas vistas de la Ría de Santoña, pudimos ver, a larga distancia, bandos de barnacla carinegra (Branta bernicla), gavión atlántico (Larus marinus) y numerosos charranes patinegros (Sterna sandvicensis), en sus curiosos posaderos de las boyas. Junto a las dunas, también cantaban currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) y reyezuelos listados (Regulus ignicapilla).
Por último, finalizamos la mañana en la extensa playa de la Salvé de Laredo (35), donde lo más llamativo fue la presencia en el mar frente a nuestra posición de dos colimbos grandes (Gavia immer), que no paraban de zambullirse en el agua.

En resumen, unos días sin avistamientos excepcionales, pero con más de 100 especies vistas u oídas, buen ambiente, visitando lugares de gran belleza, con intercambio de experiencias entre los presentes, un buen compadreo fuera del campo, algún torneo de ping pong, salidas nocturnas por Santoña y en definitiva con ganas de repetir en una próxima ocasión.