El pasado día 2 de Abril, tras la atareada mañana de construcción de la charca para diversos animales en Villaviciosa de Tajuña, algunos miembros del Grupo Aegithalos nos desplazamos al Parque Natural del Barranco del Río Dulce, para observar las primeras aves estivales de la temporada.
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imponentes farallones calizos del barranco, donde se ubican múltiples aves |
La tarde fue tornándose cada vez más nubosa tras el soleado y fresco almuerzo en el Mirador de Félix Rodríguez De La Fuente, donde la actividad de aves no fue muy intensa, a excepción de los omnipresentes buitres leonados, aviones roqueros, chovas piquirrojas y grajillas. La mayoría de los primeros estaban en sus nidos, algunos de ellos ya con sus pollos, que en algunos casos tendrían casi un mes de edad.
También tuvimos la fortuna de observar algunos ejemplares de los recién llegados vencejos reales, con su imponente tamaño en proporción a sus parientes comunes, aún por llegar en la zona.
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las grajillas parecen querer dibujar un círculo sobre a la lejana fortaleza de La Torresaviñán |
Posteriormente acudimos a Pelegrina, donde pudimos visitar el recientemente abierto Centro de Interpretación del Río Dulce, desde cuyo mirador pudimos detectar grandes rebaños de corzos, contando más de 15 individuos alimentándose en la zona de la vega.
Ya para completar la tarde, fuimos por toda la Hoz de Pelegrina hasta la Cascada de Gollorio, donde en pocos kilometros atravesamos, no sin zonas de vértigo y con cierta dificultad, los diferentes ambientes del entorno, con sus especies de aves asociadas:
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Cascada de Gollorio, emblema natural de la Hoz de Pelegrina |
Los ríos y riberas, con lavanderas cascadeñas, picogordos, chochines, trepadores azules o picos picapinos; las laderas, montes y matorrales, con escribanos montesinos, currucas cabecinegras, reyezuelos listados, cucos, abubillas; y el medio más interesante, el rupícola, con buitre leonado, chova piquirroja, vencejo real, avión roquero, roquero solitario y alimoche, este último cada vez más frecuente de observar a medida que avanzaba la tarde. Nos pudimos deleitar con una pareja de esta especie posada sobre un cantil rocoso, lo cual indicaba que estaban próximos a su zona de cría en la zona.
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pareja de alimoches vigilantes en la hoz a la caída de la tarde |
En definitiva, una zona en la que Félix Rodríguez De La Fuente siempre viene a la memoria y qué mejor colofón que leyendo su texto homenaje en su imborrable casa de filmaciones y trabajo en la serie “El Hombre y la Tierra”.
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Con Félix en la memoria, la de todos los que seguimos su camino de conservación de la naturaleza. |