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Al llegar a la zona casi no había golondrinas, apenas tres o cuatro se dejaban ver de vez en cuando… Montamos las redes y colocamos el reclamo, y a los pocos minutos la cosa se fue animando y varias decenas ya sobrevolaban la zona. Según fue cayendo el sol la “nube” de golondrinas era cada vez mayor, pero se mostraban muy erráticas e “indecisas”, haciendo vuelos largos y a bastante altura… parecía que no se decidían a bajar al eneal…
Las primeras visitas a la red fueron bastante pobres en capturas, que casi podían contarse con los dedos de las manos…
Sin embargo, cuando se escondió el sol, y según se iba yendo la luz, la “nube” empezó a bajar y a hacer vuelos rasantes sobre el eneal… desde la zona de trabajo veíamos como grandes grupos iban cayendo en las redes…
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según iba cayendo la tarde, las golondrinas iban apareciendo y uniendose a la "nube" que sobrevolaba la zona... (el "mogollón" no pudimos fotografiarlo por falta de luz)
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A la siguiente visita… ¡¡¡Im – prezionante!!!... las redes combadas, casi rozando el suelo, llenas de golondrinas… Afortunadamente éramos seis personas para trabajar… Mientras unos anillaban y apuntaban sin descanso, otros no paraban de sacar golondrinas de las redes… era imposible dejar las redes “limpias”; según se iban sacando bichos, iban cayendo más y más golondrinas a nuestro lado…
así encontramos las redes en una de las visitas
Una jornada intensiva… Al final fueron ¡¡¡242 golondrinas!!! (Hirundo rustica), con tan solo dos redes, que nos mantuvieron ocupados hasta casi las once de la noche…
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Este año se ha notado un retraso fenológico importante en el paso de golondrinas (al menos por esta zona)… mientras el año pasado por estas fechas (coincidiendo con el día de las aves) ya había pasado todo el grueso y apenas quedaban unas pocas “tardonas”, este año parece estar registrándose un pico en el paso de golondrinas justo en estas semanas… ¿el motivo? ¿las altas temperaturas registradas hasta hace muy pocos días?, ¿un posible retraso en la reproducción debido a las tormentas de principios de primavera?... ¿qué opináis? ¿alguien ha notado este mismo retardo en el paso de las golondrinas?...
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Estuvimos disfrutando de esta jornada de record: Paquillo, Vicky, Irene, Javi, Miguel L. y Miguel H.
La tarde del pasado 16 de septiembre decidimos volver a probar suerte con las golondrinas, una vez más. Al llegar solo había 4-5 aviones zapadores (Riparia riparia) sobrevolando la zona. Sin embargo, antes de poner las redes pusimos el reclamo de golondrina (Hirundo rustica) y al instante ya nos sobrevolaban 5-6; mientras sacábamos las redes y nos acercábamos al río con el reclamo encendido ya teníamos unas 25 sobre nuestras cabezas. De modo que montamos las redes y en 30 minutos ya estábamos anillando 15 golondrinas.
Finalmente, parece que las golondrinas han vuelto a asentarse en la zona, utilizándola como dormidero. Las redes solo estuvieron operativas dos horas, en las que se capturaron un total de 180 individuos, que nos mantuvieron ocupados sin descanso hasta las diez de la noche… además de golondrinas, algún zapador, curruca zarcera, ruiseñor bastardo y gorrión moruno…
El pasado miércoles, 23 de septiembre, y en vista de los buenos resultados de la jornada anterior, decidimos realizar una nueva jornada para anillar golondrinas. Con optimismo afrontábamos una tarde apacible y con algo de movimiento de golondrinas; a partir de las 8 de la tarde la “nube” ya estaba formada pero nosotros solo habíamos anillado apenas 30. La nube volaba muy alta y errática sin decidirse a posarse en ningún sitio, por lo que decidimos no ir a visitar las redes hasta el último momento, y cuando fuimos… ¡¡¡las redes “por el suelo”!!!, del peso que soportaban: ¡¡¡100 golondrinas de una atacada!!! y mientras sacábamos seguían cayendo y posándose casi encima de nosotros.
Con los colectores a rebosar y las redes ya recogidas nos pusimos a anillar a destajo; por cierto, entre tanta golondrina también un par de zapadores (Riparia riparia) adultos con muda completa suspendida. Y para rematar la jornada, tuvimos una sorpresa: un juvenil de golondrina (Hirundo rustica) que portaba una anilla del British Museum of London.
El pasado sábado 11 de septiembre, con una temperatura matinal de 7 ºC, una bochornosa temperatura de 30 ºC al mediodía, y un cielo completamente despejado, realizamos una jornada de anillamiento más en la estación de Ledanca.
La mañana comenzó con dos petirrojos (Erithacus rubecula) capturados antes de terminar de poner las redes, pero la jornada no fue como esperábamos debido a que llovió entre semana y el "efecto bebedero" no fue decisivo.
No obstante, y a pesar de las pocas capturas, 43 en total, se nota el paso de aves migratorias. Casi la mitad de las capturas (21 de 43) fueron mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus), cuyo paso se ha visto incrementado en relación a las últimas visitas a la zona. Las observaciones, en esta y otras zonas, revelan que el paso migratorio está a tope en estos días.
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Resumen de capturas: 43 capturas (39 + 4C) de 8 especies diferentes
Comentar que el viernes por la tarde, en el término de Brihuega, se pudieron ver un bando de 8-9 avutardas (Otis tarda) cerca de la carretera, "pastando" en una zona adehesada. Y por la noche en Villaviciosa de Tajuña un buho real (Bubo bubo) cantando.
"Este fin de semana del 4 y 5 de septiembre, con motivo de unas jornadas de anillamiento durante un campo de trabajo con voluntarios de Seo/BirdLife en Villanueva de Alcorón (P.N. Alto Tajo), disfrutamos de una climatología veraniega, estupendos parajes y muy buena compañía. Sin embargo las capturas fueron escasas debido a las tormentas del miércoles y jueves anteriores que condicionaron que el lugar, reconocido bebedero de la zona, no funcionara.
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asistentes a la jornada de anillamiento, en pleno trabajo
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Este es el resumen de las especies/capturas y no os perdáis el último comentario de la jornada del domingo.
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Sábado 4 de septiembre
Domingo 5 de septiembre
El domingo a las 11:30, entre visita y visita a las redes, pudimos disfurtar el grupo de voluntarios, el monitor de SEO (Luis), visitantes asistentes a la jornada de anillamiento y un servidor de una observación única, una rareza y que hasta que se confirme con muy poquitas citas en el interior de la Península. Se trata de una especie marina ártica y que yo pude observarla en su area de reproducción en Cabo Norte (Noruega).
En mi trayectoria de muchas jornadas de campo, alguna vez he pensado qué se debe sentir en el momento de presenciar el avistamiento de una rareza; pues bien, os puedo decir que son momentos de mucho nerviosismo, actividad frenética contrastando con guías y comparando visiones con los compañeros y sobre todo un impresionante éxtasis de placer que te hace quedarte con una cara de felicidad, de tontorrón y entusiasmado.
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La especie que observamos es un págalo rabero (Stercorarius longicaudus) juvenil de morfo oscuro que nos deleitó durante un buen rato volando, posándose en una balsa frente a nosotros y volver a volar dirección Norte. Lástima que las fotos no son muy buenas pero alguna colgaremos."
Miguel Angel Letón