Pechiazules en la Sierra de Madrid

El pasado viernes habíamos planeado una salida de campo y, aunque en un principio los posibles destinos eran otros, nos aconsejaron un lugar para ver ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica) y no pudimos más que ir a probar suerte… Ya llevábamos tiempo queriendo ver esta especie en la montaña; habíamos hecho varios intentos en la zona de Peñalara y en el Puerto de La Morcuera, pero todos sin éxito. Sin embargo, en esta ocasión, el Collado Abierto nos deparaba una jornada para recordar…

macho de ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica)

A primera hora de la mañana se escuchaba un variado concierto en los prados y las dehesas próximas a Bustarviejo. Gran variedad de “pajarillos” cantaban desde lo alto de los espinos y rosales y acarreaban sin descanso material para construir sus nidos…

Después de esta primera toma de contacto, nos dirigimos al “plato fuerte” del día: las aves alpinas. Desde el Puerto de Canencia nos dirigimos al Collado Abierto, que comunica los valles de Bustarviejo y del Lozoya, y que está cubierto en sus zonas llanas por pastizales alpinos y en sus laderas por impresionantes extensiones de piorno (Cytisus oromediterraneus).

vista de Collado Abierto, con zonas de pastizal alpino y piornales, zona de reproducción de bisbita alpino, collalba gris y ruiseñor pechiazul, entre otros...

La actividad y la densidad de pájaros era espectacular. Por los pastizales y zonas de turbera merodeaban los bisbitas alpinos (Anthus spinoletta); los afloramientos rocosos estaban ocupados por alguna collalba gris (Oenanthe oenanthe), que compartía espacio con lagartijas carpetanas (Iberolacerta cyreni) y algún que otro lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi); en lo alto de algunos piornos o rosales cantaban los acentores comunes (Prunella modularis) y las currucas, carrasqueñas (Sylvia cantillans) y alguna zarcera (S. communis).

hembra de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi)

Buitres negros (Aegypius monachus) y leonados (Gyps fulvus) cicleaban cogiendo las corrientes térmicas que se iban formando a lo largo de la mañana, según iba apretando el calor. Una imagen curiosa fue ver a un par de urracas (Pica pica) acosando sin descanso a una majestuosa águila real (Aquila chrysaetos).

águila real (Aquila chrysaetos) acosada por dos urracas (Pica pica)

Las zonas más altas y densas de piornal estaban reservadas para la estrella de la jornada: el pechiazul. Desde lo más alto de los piornos, varios pechiazules se desgañitaban por defender su territorio, unos frente a otros, siempre controlando a sus rivales, cantando a pleno pulmón y “sacando pecho”, exhibiendo su plumaje de un espectacular azul brillante. Es alucinante comprobar la gran territorialidad de estos pequeños especialistas de alta montaña, y la agresividad con que defienden sus dominios.

A continuación un par de fotos que muestran este comportamiento…

un macho de ruiseñor pechiazul cantando desde lo alto de un piorno

a pocos metros, otro macho contesta a su rival

Esperamos que os haya gustado la entrada y os haya parecido interesante... un saludo...

buscando pechiazules entre los piornos

* En los comentarios de esta misma entrada se puede consultar el listado de especies detectadas en esta jornada.